Sam Worthington interpreta a Isaac LeMay, un forajido asesino que se entera de que está maldito por una profecía: uno de sus hijos lo matará. Para evitar esto, persigue a cada uno de sus hijos separados, incluido su hijo desaparecido Cal. Con los cazarrecompensas y el sheriff Solomon detrás de él, LeMay debe encontrar una manera de detener a sus hijos y poner fin a la maldición.